La maqueta, de un grosor ideal, se sirve realmente completa, ya que, además de la carrocería, cristales y bandeja de pilotos, viene con su chasis correspondiente e incluso con unos inserts en resina para adaptar a unas llantas (cosa que ya se hará).
El proceso a seguir ha sido el habitual de cualquier resina: desengrasado, imprimación y pintura, en este caso en color aluminio y capó delantero y otros detalles en negro.
Decoración totalmente ficticia, aunque sigue los patrones de un coche de rallye como realmente es.
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